Balsaje por el Río la Vieja (Quindío)

Un recorrido por el Río La Vieja - Eje Cafetero - 

Cuando visite el Quindío usted no puede perderse el balsaje por el río La Vieja, en el que disfrutará de las hermosas cascadas, los rápidos, la flora, la fauna y los sublimes atardeceres típicos de la región. Es allí donde los amantes de la naturaleza pueden llegar a tener contacto directo con el agua y descubrir los más bellos paisajes, ya que la región ofrece una excelente opción de turismo de naturaleza y aventura.

Esta actividad tiene para los visitantes dos recorridos básicos, el que va desde Puerto Samaria en Montenegro, hasta Puerto Alejandría en Quimbaya, y el que se inicia en este último para ir hasta Piedras de Moler en Cartago.

Alrededor de las 9: 00 a. m. y cuando el día aún está fresco, inicia esta travesía por el río más caudaloso de la región, La Vieja. Se establece un punto de encuentro para los turistas, quienes al llegar al sitio son recibidos con un delicioso café colombiano, el más suave del mundo. De allí son transportados hasta los puertos en los tradicionales jeep Willys o los pintorescos y coloridos buses conocidos como chivas.

El recorrido se realiza en balsas de guadua amarradas con lazos de fique y en el mismo se puede observar la flora de la región, árboles como caracolíes, laureles, guamos, ceibas, cauchos, etc. y la fauna con garzas blancas, azules y negras, gavilanes, loros, osos hormigueros, tigres, armadillos, panteras, boas, etc., al tiempo que vive la maravillosa aventura de recorrer el río en forma silenciosa, para que pueda apreciar en toda su intensidad los sonidos de la naturaleza.

De la mano y con la pericia de expertos bogas, nativos de la región que nacieron y crecieron a orillas del río, los turistas se aventuran en el cauce o nadan en los rápidos que se encuentran a lo largo de 12 kilómetros de viaje. Si los visitantes lo prefieren se sugiere la pesca como actividad alternativa, pero tomará un tiempo adicional. Cada balsa puede llevar a bordo entre 8 y 10 pasajeros.

Transcurridas dos horas de navegación, las balsas se detienen en un punto clave para que los viajeros puedan disfrutar de un delicioso fiambre típico de la región envuelto en hojas de plátano. Este menú se compone de la tradicional fritanga, arepas asadas al carbón y plátano maduro, además viene acompañado con refrescos o jugos naturales de frutas.

Luego de continuar con el recorrido y hacer parte de otras entretenidas actividades, como los relatos de mitos y leyenda por parte de los bogas, se completan las casi cuatro horas de recorrido y con ellas el fin del viaje. Una vez en tierra los yipaos están preparados para retornar a los viajeros hasta los puertos de embarque.

*Tomado de http://www.eldiario.com.co/

http://eliterentar.com/